domingo, 18 de agosto de 2013

Serenidad en la no coordinación

A raíz de analizarme en la experiencia de vivir por primera vez completamente sola, podría sugerir un cambio en la definición de "El Síndrome de Asperger es un trastorno profundo del desarrollo cerebral caracterizado por deficiencias en la interacción social y en la coordinación motora" a un:

El Síndrome de Asperger es un desarrollo cerebral caracterizado por presentar una dificultad en la coordinación social y en ocasiones motora. Donde se hace complejo desarrollar apego (entendiéndose como capacidad de proyección de actividades a futuro con otros)  y donde los estados emocionales de los demás no representan información válida para una toma de decisión.

En si la acotación sobre los estados emocionales va porque uno no prioriza si se siente con ánimo o no para hacer algo que se necesita, dado que nadie más lo puede hacer por uno, entonces tiene que ocuparse y dejar de lado las emociones. Ése, considero, es el principio de actividad de un autista. Y por ello resulta tan complejo entender a los neurotípicos donde pueden priorizar sus emociones antes que sus acciones ya que esperan el respaldo de los demás.

Y aún observando a la gente, comprendiendo su lenguaje corporal, sabiendo que significa pues tampoco sirve mucho para coordinarse, ya que nosotros lo hacemos a nivel racional, con base en argumentos que el otro tiene que convalidar para realizar una acción y lo mismo esperamos de ellos.

Ya en mi tierna infancia había notado cómo, cuando no tengo que coordinarme con los demás, siento que tengo más control de mi propia existencia, cuando en las decisiones que tomo no tengo que considerar a otro. Eso me da una sensación de estar en paz conmigo misma, de hacer las cosas de forma que para mí resuelven eficientemente mis necesidades y no me traen consecuencias o problemas, sobre todo porque evito en lo posible pedirles colaboración a los otros, así no sufren repercusiones directas.

Mis estados de ansiedad surgen cuando tengo que “pensar” que van a hacer o decidir los demás, como para poder coordinarme con ellos. Simplemente porque lo ignoro, no tengo suficiente información para saber, aunque los conozca cómo pueden decidir en una situación particular. De hecho lo mejor es esperar que me informen y luego de ahí partir a ver que puedo yo hacer.

En eventos donde tengo duda lo único que puedo saber es lo que yo sí puedo hacer, y dejar de preocuparme por los otros, cruzando los dedos para que salga conforme a sus requerimientos. Analizo mi contexto, decido y realizó, casi nunca los espero salvo cuando lo que voy a hacer les afecte o repercuta directamente más a ellos que a mí, esa es la única ocasión en que me freno.


Sintiendo el lenguaje corporal

He notado en estos meses de no tener a nadie cerca por muchas horas, como mis hombros se relajan, como me siento menos tensa. Y también he podido percibir como voy reaccionando cuando tengo que interactuar con o por alguien. La sola idea de destinarles tiempo hace que sienta presión en los hombros, pero conforme se va dando una buena dinámica, donde ellos hacen su parte sin tener que convencerlos de algo o siento que deduzco correctamente lo que cubre su necesidad (sin nadie que me indique cómo, llegando a la conclusión por los conocimientos que tengo ya adquiridos) entonces me voy relajando. La ansiedad siempre surge cuando tengo que pensar por ellos.

No suelo sentir el cuerpo, sólo en estados agudos de estrés y luego de estar rodeada de gente por muchas horas van surgiendo las manifestaciones gástricas. Entre más relaciones sociales he de experimentar, más gastritis tengo, y eso es probable porque lo que puedo percibir de los otros es contrario a mi forma de hacer las cosas, de decidir, Así es altamente probable que inconscientemente cada persona que veo, o por la que tengo que hacer algo, represente una amenaza, que frena mis procesos digestivos, hasta que note que no tiene interés o cesa su interacción conmigo. Incluso con la gente que estimo, dado que en algún momento pueden molestarse o exigirme algo, no puedo estar tranquila más que brevemente.


El deseo de saber y de comunicarse

También he notado que estando sola mi necesidad de escribir y comprender el mundo disminuye, no me surgen inquietudes de porque las personas reaccionan o porque tienen conflictos conmigo. Me basta socialmente leer un poco historias de vida, compartir de forma puntal a alguien alguna experiencia, pasear un poco y el resto no se en que se me va… se me diluye, pero me siento serena.

Así puedo deducir que entre más estrés social sienta, surge más necesidad de obtener información de alguna forma y participo más en grupos o leo mucho más y de diferentes temas. Es curioso porque en esas épocas escribir es un acto de descarga, vienen imágenes de cómo voy comprendiendo la información que leo, es muy fluido… diría que hasta mágico. Es decir, necesito para tranquilizarme mayor actividad mental. 

En cambio serena, sin necesidad, escribir pierde la magia sólo son palabras las que vienen a mi mente y me cuesta más porque no es preciso poner en ningún lenguaje lo que hago para compartirlo, jaja así se me van quedando borradores de temas que siento que no están bien estructurados o les falta algo pero no me da por investigar. Ya no me siento "viva" indagando. Más bien siento plenitud en esta mi peculiar soledad, donde tengo la sensación de que puedo hacer todo lo que desee.

4 comentarios:

  1. Maravilloso. Como el patito feo siento que encontré el lago donde están los cisnes, su original especie. Encontrar gente igual a uno es inexplicablemente sanador.

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  2. Buha hermitaña: Ahora al leerte tiene tanto sentido el decir: te entiendo perfectamente; porque es así. Finalente leo publicaciones y comentarios que para mi suenan taaan lógicos y acordes a mis propios pensamientos aunque debo tomarme el tiempo para leer con calma lo que has escrito, quiero analizarlo y disfrutarlo con el debido tiempo y así lo haré. Ademas como tan atinadamente dice Melina en su comentario: es como el cuento del patito feo, ese que tanto me ayudo escuchar en mi niñez, me mantenia esperanzada con la sensación de que ese dia llegaria cuando pudiera reunirme con los de mi especie, con los cisnes, encontrar ese lago y finalmente llegar a casa con los mios, a donde pertenecía; claro que en ese tiempo solo era una sensacion o algo así como una esperanza que me daba el escuchar esa historia, no lo razonaba como hoy. Y pienso lo mismo MELINA encontrar gente igual a uno es inexplicablemente sanador.

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  3. Gracias, en si uno nota que muchas personas en este mundo comparten una forma diferente de pensar, sólo que como quedaba en nuestras mentes no se notaba

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