A raíz de analizarme en la experiencia de vivir por primera vez completamente
sola, podría sugerir un cambio en la definición de "El Síndrome de Asperger es
un trastorno profundo del desarrollo cerebral caracterizado por deficiencias en
la interacción social y en la coordinación motora" a un:
El Síndrome
de Asperger es un desarrollo cerebral caracterizado por presentar una
dificultad en la coordinación social y en ocasiones motora. Donde se hace
complejo desarrollar apego (entendiéndose como capacidad de proyección de
actividades a futuro con otros) y donde los
estados emocionales de los demás no representan información válida para una
toma de decisión.
En si la acotación sobre los estados emocionales va porque
uno no prioriza si se siente con ánimo o no para hacer algo que se necesita,
dado que nadie más lo puede hacer por uno, entonces tiene que ocuparse y dejar
de lado las emociones. Ése, considero, es el principio de actividad de un autista. Y
por ello resulta tan complejo entender a los neurotípicos donde pueden
priorizar sus emociones antes que sus acciones ya que esperan el respaldo de
los demás.
Y aún observando a la gente, comprendiendo su lenguaje corporal, sabiendo que significa pues tampoco sirve mucho para coordinarse, ya que nosotros lo hacemos a nivel racional, con base en argumentos que el otro tiene que convalidar para realizar una acción y lo mismo esperamos de ellos.
Y aún observando a la gente, comprendiendo su lenguaje corporal, sabiendo que significa pues tampoco sirve mucho para coordinarse, ya que nosotros lo hacemos a nivel racional, con base en argumentos que el otro tiene que convalidar para realizar una acción y lo mismo esperamos de ellos.
Ya en mi tierna infancia había notado cómo, cuando no tengo
que coordinarme con los demás, siento que tengo más control de mi propia
existencia, cuando en las decisiones que tomo no tengo que considerar a otro.
Eso me da una sensación de estar en paz conmigo misma, de hacer las cosas de
forma que para mí resuelven eficientemente mis necesidades y no me traen
consecuencias o problemas, sobre todo porque evito en lo posible pedirles
colaboración a los otros, así no sufren repercusiones directas.
Mis estados de ansiedad surgen cuando tengo que “pensar” que
van a hacer o decidir los demás, como para poder coordinarme con ellos. Simplemente
porque lo ignoro, no tengo suficiente información para saber, aunque los
conozca cómo pueden decidir en una situación particular. De hecho lo mejor es esperar
que me informen y luego de ahí partir a ver que puedo yo hacer.
En eventos donde tengo duda lo único que puedo saber es lo
que yo sí puedo hacer, y dejar de preocuparme por los otros, cruzando los dedos
para que salga conforme a sus requerimientos. Analizo mi contexto, decido y
realizó, casi nunca los espero salvo cuando lo que voy a hacer les afecte o
repercuta directamente más a ellos que a mí, esa es la única ocasión en que me
freno.
Sintiendo el lenguaje
corporal
He notado en estos meses de no tener a nadie cerca por
muchas horas, como mis hombros se relajan, como me siento menos tensa. Y
también he podido percibir como voy reaccionando cuando tengo que interactuar
con o por alguien. La sola idea de destinarles tiempo hace que sienta presión
en los hombros, pero conforme se va dando una buena dinámica, donde ellos hacen
su parte sin tener que convencerlos de algo o siento que deduzco correctamente lo que cubre su necesidad (sin nadie que me indique cómo, llegando a la conclusión por los conocimientos que tengo ya adquiridos) entonces me voy relajando. La
ansiedad siempre surge cuando tengo que pensar por ellos.
No suelo sentir el cuerpo, sólo en estados agudos de estrés
y luego de estar rodeada de gente por muchas horas van surgiendo las
manifestaciones gástricas. Entre más relaciones sociales he de experimentar,
más gastritis tengo, y eso es probable porque lo que puedo percibir de los
otros es contrario a mi forma de hacer las cosas, de decidir, Así es altamente
probable que inconscientemente cada persona que veo, o por la que tengo que
hacer algo, represente una amenaza, que frena mis procesos digestivos, hasta
que note que no tiene interés o cesa su interacción conmigo. Incluso con la
gente que estimo, dado que en algún momento pueden molestarse o exigirme algo,
no puedo estar tranquila más que brevemente.
El deseo de saber y de
comunicarse
También he notado que estando sola mi necesidad de escribir
y comprender el mundo disminuye, no me surgen inquietudes de porque las
personas reaccionan o porque tienen conflictos conmigo. Me basta socialmente leer
un poco historias de vida, compartir de forma puntal a alguien alguna
experiencia, pasear un poco y el resto no se en que se me va… se me diluye,
pero me siento serena.
Así puedo deducir que entre más estrés social sienta, surge más
necesidad de obtener información de alguna forma y participo más en grupos o
leo mucho más y de diferentes temas. Es curioso porque en esas épocas escribir
es un acto de descarga, vienen imágenes de cómo voy comprendiendo la
información que leo, es muy fluido… diría que hasta mágico. Es decir, necesito para tranquilizarme mayor actividad mental.
En cambio serena, sin necesidad, escribir pierde la magia sólo son palabras las que vienen a mi mente y me cuesta más porque no es preciso poner en ningún lenguaje lo que hago para
compartirlo, jaja así se me van quedando borradores de temas que siento que no
están bien estructurados o les falta algo pero no me da por investigar. Ya no me siento "viva" indagando. Más bien siento plenitud en esta mi peculiar soledad, donde tengo la sensación de que puedo hacer todo lo que desee.
Maravilloso. Como el patito feo siento que encontré el lago donde están los cisnes, su original especie. Encontrar gente igual a uno es inexplicablemente sanador.
ResponderEliminarBuha hermitaña: Ahora al leerte tiene tanto sentido el decir: te entiendo perfectamente; porque es así. Finalente leo publicaciones y comentarios que para mi suenan taaan lógicos y acordes a mis propios pensamientos aunque debo tomarme el tiempo para leer con calma lo que has escrito, quiero analizarlo y disfrutarlo con el debido tiempo y así lo haré. Ademas como tan atinadamente dice Melina en su comentario: es como el cuento del patito feo, ese que tanto me ayudo escuchar en mi niñez, me mantenia esperanzada con la sensación de que ese dia llegaria cuando pudiera reunirme con los de mi especie, con los cisnes, encontrar ese lago y finalmente llegar a casa con los mios, a donde pertenecía; claro que en ese tiempo solo era una sensacion o algo así como una esperanza que me daba el escuchar esa historia, no lo razonaba como hoy. Y pienso lo mismo MELINA encontrar gente igual a uno es inexplicablemente sanador.
ResponderEliminarGracias, en si uno nota que muchas personas en este mundo comparten una forma diferente de pensar, sólo que como quedaba en nuestras mentes no se notaba
ResponderEliminarme gusto ... :)
ResponderEliminar