miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Qué se necesita para ser neurotípico?


Primero debe tener una conciencia donde precise de los demás y su aceptación para poder ser. Para que le digan que existe y en qué términos puede vivir. Es decir, aceptar que los otros le rigen la vida hasta el momento en que demuestra (o le conceden) que puede regir la de otros y aún así sus decisiones, al tener repercusión social, siempre tendrán consecuencias individuales por cómo lo asuman quienes estén bajo su mando.

Tiene que condicionar sus ideas individuales a lo que piensen los demás, dado que, lo que decidan los otros por ser más es correcto (aún cuando la lógica le indique a la persona que, para si mismo, es incorrecto).

Tiene que estar consciente a que grupo económico pertenece por nacimiento y por genética, dado que las características que se perciban a primera vista le ayudarán o complicarán tener estatus. El estatus es el nivel donde estará ubicado socialmente. A niveles inferiores menor poder de decisión y de ser escuchado (salvo que se agrupe), a niveles superiores mayor poder porque decide lo que harán los otros y lo han de obedecer (hay toda una estructura que lo respalda para que, en caso de encontrar oposición, se obligue a los disidentes a favorecer al líder y por tanto al grupo).

Tiene que aspirar a tener más de lo que posee en términos materiales, porque una persona exitosa tiene y ostenta su poder adquisitivo.

Tiene que adecuar su lenguaje, nivel de conocimientos, ropa, calzado, peinado, arreglo personal, accesorios visibles como relojes, pulseras, anillos, collares, bolsos, auto, casa, etc. al nivel de poder adquisitivo correspondiente a su estatus, o al que quiere poseer (puede subir escalafones si aparenta que tiene condiciones materiales para hacerlo, aunque no las tenga en realidad).

Tiene que adecuar su comportamiento a las reglas sociales y de urbanidad correspondientes con su nivel social, o al que aspira a tener.

Si aspira a cambiar de posición social tiene que intentar ser aceptado e incluido por algunos integrantes de ese escalafón, a fin de que lo ayuden a posicionarse a través de referencias e inclusión. Si demuestra elementos que no corresponden al estatus, en el que estará, será excluido y puede ser que agredido.

También tiene que aspirar a ser más en términos humanos: ser ético y honrado, noble y altruista. O al menos que parezca que lo es, porque se admira a la gente que tiene esas cualidades.

Tiene que comprender y no pensar en las dualidades, y tiene muchas veces que alterar la realidad para que se ajusten a lo que convenga para la situación; sin pensar o razonar dado que se daría cuenta que al aceptar una parte de la dualidad, tiene que oponerse a otra, porque son antagónicas.

Ejemplo de dualidad: Éxito económico - éxito humanístico.

Una persona tiene dos formas de lograr el éxito económico, por su propia capacidad reconocida y valorada por otros o... aprovechándose de las habilidades de otros o "robando" éxitos.

Así, por tanto, queda excluido en la dualidad el que se aprovecha de otros, porque se ha definido por sólo tener éxito material.

La escala jerárquica se da por una idea de cooperación. Entonces quien es más hábil tiene que ayudar a quien es menos hábil, aún cuando la persona que esté por debajo de la escala no pueda, o quiera, retribuir la ayuda. Es decir, quien está arriba debe olvidarse de la correspondencia, incluso no debe desearla, si es humanista.

Una persona con capacidad para el éxito material; porque tenga buenas ideas y buen poder de decisión, sea capaz de analizar los riesgos y de preverlos, tenga habilidad de llegar a acuerdos con otros para que cooperen y cada uno tenga un beneficio pactado, al acordar con muchos y retribuirles va aumentando su capital conforme más gente quede bajo su mando.

Si una persona es capaz de lograr dividendos, por su capacidad productiva, en base al humanismo se le pide que comparta ese éxito material a otros, que no han sido capaces de generarlo (para equilibrar los niveles de vida). No sirve que tenga y ostente, porque eso es contrario a la humildad, mientras otros luchan y no pueden, u otros se quedan cruzados de brazos lamentando su desgracia y dedicándose a vicios para "olvidar", esperando esa ayuda de arriba.

Si logra tener bienes materiales se insiste que los done a otros porque una buena persona no es egoísta, sabe darle a los demás, a cualquiera que lo necesite o se lo pida, aunque esos otros jamás se lo retribuyan (ahí desarrollará altruismo que ennoblece a todo ser vivo), ni aún cuando esa persona "caiga" de escalafón o pierda el estatus pues dejarlo que se arregle solo será una muestra de su fortaleza, porque ya demostró que es capaz de hacer algo que otros menos desafortunados no y si perdió su habilidad que le hacía estar arriba de otros, pues se lo merece por incapaz.

Es decir, si se sacrifica por los demás o se vuelve martir (perjudicando el principio lógico de vida de no hacerse daño a si mismo) postmortem será recordado. El grupo es más importante que el individuo.

Pero si se empeña en hacer algo, sin tener en cuenta primero a los demás, si se empeña en hacer su propia vida... entonces estará siendo autista y tendrá que aceptar que lo van a excluir y a decir "raro" porque no se comporta como los demás, que aceptan sin contrastar las dualidades sobre todo éticas que requiere ser neurotípico. Aún cuando esa persona viva de la forma más realista y lógica posible, aún cuando sus acciones beneficien indirectamente a los que no tuvo en cuenta.

No es fácil ser un autista en un mundo mayoritariamente neurotípico pero al menos uno sabe que lo que hace, al menos para si, es correcto y en beneficio propio. Si uno se beneficia es menos probable que pueda perjudicar o pisar a otros, dado que una de las bases de sobrevivir es poder hacer frente a los problemas de la vida de forma cada vez más asertiva, hasta que logra superar los problemas que se le presentan en ella y los obstáculos, que le pueden poner los otros, para llegar a ser el mismo sin pisar a los demás, acordando cuando necesite de ellos y no dejando que lo dañen en beneficio grupal y en perjuicio individual.

Si una autista es consciente de lo que no quiere dejar de ser, de lo que cree es su esencia, puede enfrentar mejor como lo vean e interactúen los otros consigo. Es decir, ya sabe que lo pueden incluir o lo pueden excluir, incluso sabrá que será extraño para los otros su comportamiento (sus habilidades y torpezas, comunes en el autismo), sabrá que por momentos será lo que esperan que sea y, en otros, lo observarán como el polo diametralmente opuesto a lo que anhelarían de esa persona. Sabrá que eso los desconcierta y que en función a eso reaccionarán. Si está preparado para ello no lo van a herir, lo asumirá como realidad.

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