... sólo pensamos de forma diferente. Un espacio de análisis de lo objetivo desde lo subjetivo y de la naturaleza lógico-realista en un mundo social.
sábado, 10 de noviembre de 2012
Sobre que parece que conviviera ud. con dos personas
Es una condición permanente donde parece que hay dos personas en una, porque los autistas tenemos más diferenciado que los neurotípicos lo que se han denominado crestas y valles, habilidades y torpezas (asertivos y atolondrados, nobles y gruñones, amables y crueles).
De alguna forma nosotros sabemos qué podemos hacer... pero no sabemos qué puedan hacer los otros, de ahí el cambio de humor in situ cuando estamos ante una situación que mencionamos nos agradaría realizar, por ejemplo, convivir con otros, pero al notar que las condiciones no son adecuadas nos reprimimos. O cuando estamos en nuestra etapa de ermitañez, donde no queremos compañía, o ser interrumpidos, mostrar una denotada hostilidad hacia quien se acerca con intenciones de dialogo, o de compartir un momento con nosotros. Pero puede notarse que cuando existe armonía, y se da una afinidad natural, los autistas convivimos como si "nada".
Las personas que comparten el espacio con nosotros quizá deseen que seamos felices, pero consideran los parámetros que conocen de la felicidad y al percibir circunstancias que consideran producen el efecto contrario ellos sufren, y como nos ven inquietos, o malhumorados, consideran que también sufrimos por lo mismo.
Obvio que nos duele la exclusión, como nos duele no poder hacer cualquier cosa que nos proponemos con o sin gente, es porque no entendemos por qué no resulta, por qué no funciona si debería... y obvio tenemos ojos y nos comparamos con los demás en cuanto a la información, que percibimos del entorno, que es lo "normal". De hecho, ¿acaso no es una ley de vida que "todo no se puede"? y que la gente aprehende a vivir con eso, nosotros también, aprehendemos a vivir con nuestra realidad y, a veces, más nos duele que la gente haga hincapié en lo que ya sabemos que no podemos modificar.
La forma en que intentamos disipar la frustración es diferente, es a solas, sin esperar la participación de los otros, es renegando de todo, es haciendo berrinche, teniendo un estallido, si no podemos hacer algo positivo como enfocarnos en una sola cosa y olvidarnos del mundo. Osea a veces precisamos aislarnos para recobrar nuestra paz interior (cuando mucho convivir con la naturaleza y no con las personas porque nos inquietan) otras necesitamos descargar la furia de forma física. Y una vez pasado eso, entonces, nos ponemos a pensar realmente en el tema con más calma y a entenderlo, si es que no nos dispersamos por falta de elementos de análisis (que se van adquiriendo con los años, la experiencia y en nuestro caso con leer y observar cosas directamente).
La diferencia es en ¿qué hace la gente cuando se siente inquieta y estresada?, normalmente se pone a hablar con otros y contarles sus desgracias, o bien, lo que hace es enfocarse en la vida de otros y contarse los chismes y así se olvida de sus problemas.
Jejeje cuando mucho lo que pueden percibir como similar, pero es a manera de monólogo, es que nosotros vamos a quejarnos y decir nuestras objeciones del comportamiento de los otros, con ciertos añadidos de preconceptos y estereotipos que podamos aplicarles, pero nadie puede "darnos un consejo" cuando estamos enojados, porque lo vamos a procesar a la defensiva.
Lo que compensa el sufrimiento y permite sentir alegría es si encontramos nuestro propio valor. Si tenemos autoconciencia de quienes somos, lo que hacemos, las cosas que nos hacen bien y lo que podemos realizar individualmente. Y tener gente a nuestro alrededor que progresa, que no se preocupa sino que se ocupa de las cosas que son necesarias para vivir, nos ayuda más que alguien que esté encima de nosotros tratando de que seamos como los demás. En pocas palabras personas que se ocupan de su propia vida y de quienes podemos aprender observándolas.
Por ejemplo, es factible que una persona sea más valiosa para nosotros, porque confía en que saldremos adelante y sólo nos dan algo más de información para ayudarnos, que aquellos que intentan "protegernos" o formar escudos, para que nada nos dañe y desconfiando de que somos hábiles y podemos, aunque duela, salir adelante de las dificultades que se presenten.
La vida nos va poniendo pruebas para que nos hagamos inmunes, pero si no las enfrentamos nos debilitamos y para nosotros estar débiles (considerando que casi toda la vida vamos a intentar resolver las cosas de forma autónoma) es perjudicial.
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Hola, Buha Ermitaña, ¿es usted la señorita de las tres decenas?
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