miércoles, 31 de octubre de 2012

Grandeza de la diversidad


Una imagen aparece: un parque, una persona... en si un cuerpo que está ubicado en un asiento bajo un árbol en una plaza llena de gente y seres vivos e inertes a su alrededor.

¿Qué es ese cuerpo que se identifica como persona?... en si es una serie de células que tienen diferentes funciones que le permiten existir y seguir con vida, que reunidas constituyen los órganos sensoriales, que le posibilitan percibir el medio ambiente que le rodea: el viento, el material del asiento, el peso de su cuerpo sobre el mismo, la presión que el material donde está sentado produce en su cuerpo, las voces de la gente, los ladridos de un perro, el ulular del viento en las ramas arriba suyo, el aroma de la hierba, algún aroma a comida, el gusto del caramelo que tiene en la boca...

Al abrir los ojos puede comprobar cada uno de los elementos que percibió con sus otros sentidos, reconocer la dirección y lejanía que tienen con respecto a donde está sentado, comprender que las hojas del árbol tienen diferentes tamaños y se mueven distinto, según el viento y la rama donde estén ubicados, ubicar al perro que ladra, corre y salta jugando con su tutora, que ella es diferente a todas las personas que están a su alrededor, que si bien algunos comparten rasgos como color de piel, de cabello, varían unos de otros.

Un recuerdo asoma a su memoria, lo leyó en algún lado: “la diversidad es lo que permite la vida, la endogamia va debilitando a una especie porque al no incorporar nueva información genética es más susceptible a una degeneración biológica”.

Y en ese cerebro que recuerda que el puede ver a los otros y que también los otros están viendo al cuerpo que lo porta y a simple vista saben que no es igual a ellos, se pregunta ¿porqué la gente pretende que los cerebros seamos iguales?

Que pensáramos igual y decidiéramos igual llevaría a que cometiésemos los mismos errores y por tanto, para no extinguirnos, se precisa que pensemos de diferente manera y con diversos objetivos y que incorporemos nuevos conocimientos para no degenerarnos intelectualmente.

Si puedo observar que en la diversidad y la adaptación de cada uno de los seres, para aumentar sus posibilidades de vida, está el potencial de perpetuarse... ¿por qué alguien querría cerebros clonados, similares en su forma de pensar y decidir?, ¿uniformes? ¿será, porque no nos pueden ver, que no comprenden que la genética también nos hizo diferentes? Que las adaptaciones que tenemos cada uno nos dan habilidades que otros no tienen.

Pero ¿qué soy yo como cerebro?... Soy un órgano que almacena información de todo lo que observa y le da una importancia relativa a lo que sé que genéticamente necesita el cuerpo que me contiene para seguir con vida y evitar peligros. Soy quien tiene que decidir en base a lo que recuerdo y lo que observo si mando la orden para hacerlo o si contengo un impulso.

Por ejemplo, como cerebro, contendría el impulso inapropiado que decidió hacer ese otro cerebro, que reaccionó con histeria y todos los signos visibles de que era un enemigo del cual defenderse... porque grito, lanzó patadas y mostraba signos inequívocos de violencia por lo cual fue agredido, aunque ahora los que no vieron su comportamiento ataquen al “agresor”, en este caso un pobre perro callejero que estaba dormido y ladro fuerte cuando el cuerpo paso demasiado cerca.

No soy más importante que el cuerpo que me contiene, no soy más inteligente que otro cerebro del que sólo puedo ver las órdenes finales que hacen que un niño por no haber calculado bien, por no observar que venía una señora corriendo detrás de su perro se haya tropezado con ella.

Tampoco soy más inteligente que esos otros cerebros que están juntos y riéndose y que al notar que uno de ellos percibe que el perro fugitivo va a pasar cerca de ellos se levanta de golpe y todos los demás reaccionan y hacen una barrera que permite que la señora extenuada por fin lo alcance.

Tampoco soy menos que ellos por estar sin compañía, ubicado lejos de ellos y observándolos, entendiendo qué es el mundo que me rodea, no soy inadaptado por no tener interés en comunicarme si nada pueden hacer por mi, que no tenga yo la habilidad de decidir.

Lo que si puedo percibir es que cuando lo necesitamos nos cuesta comunicarnos, porque tenemos objetivos diferentes. Ellos no me comprenden a mi y yo tampoco a ellos, nos falta información para poder hacerlo.

Me he percatado que muchos de esos cerebros sólo se fijan en el cuerpo de los demás, en cuestiones que son externas y efímeras, como los aditamentos que ha conseguido para ponerse o para usar. Que sus relaciones o sus decisiones se basan en conseguir más aditamentos para parecer semejantes, que en eso están abocadas todas sus deducciones y parece son felices con ello. Que perpetuarse a través del cuerpo es su mayor interés, dejar sus genes.

Pero mi felicidad es comprender, reunir más elementos de conocimiento de todo lo que me rodea, no sólo de los cuerpos que se parecen al mío, no me interesan los aditamentos porque no es algo que tenga conmigo, mis conocimientos sí, esos los llevo de por vida y son valiosos porque me permiten deducir, tanto que están resguardados por el cráneo y me acompañaran mientras viva... incluso si logro transmitirlos y otros cerebros reconocen su valor pueden sobrevivir mis ideas más que mis genes.

Son dos felicidades distintas, una que permite unirse con otros y lograr cosas, otra que es individual pero precisa de otras mentes y de lo externo para nutrirse, para no quedarse con ideas estancadas y para tomar mejores decisiones.

martes, 30 de octubre de 2012

Bienvenida

Después de intentar muchos nombres, jajaja, sólo pude hacer un invento de palabras para crear este blog donde publicaré mis análisis desde mi forma natural de pensar que es lógico-realista de la realidad subjetiva en la que participamos todos los seres humanos que vivimos en una sociedad.

Sostengo, ante el "fenómeno" de casos más abundantes de personas aspies (nombre con que nos autodenominamos las personas que consideramos tener relación o han sido diagnosticadas con el Síndrome de Asperger) que no es que sea una mutación o una discapacidad que existan personas que no sean sociales o que no se apeguen a la imagen social, que sean diferentes, más individuales, en su toma de decisiones y que por ello a veces tienen repercusiones inesperadas. Siempre hemos convivido, sólo que las necesidades sociales han cambiado.


Cierto que tenemos dificultades, por como reaccionan los otros hacia lo que hacemos y es porque no los tomamos en cuenta; principalmente porque no pensamos que estarían involucrados o existiría una repercusión hacia ellos. Cuando la hay nos faltan conocimientos de dinámicas sociales como para poder compensar el daño y evitar que la gente se ofenda, al menos de nuestra parte (jaja porque cada cabeza es un mundo y si bien se puede deducir por lógica que pasará, uno no puede estar plenamente seguro hasta observar el resultado).

El tema es que esos problemas nos afectan, dado que no tenemos la habilidad para resolverlos satisfactoriamente, entonces cuando encontramos que existe una condición que engloba nuestra forma de comportamiento uno se siente aliviado (hay una causa).

Luego como la explicación a esa causa se da en el área de salud mental y se habla de las dificultades sociales como grandes problemas a resolver para darle una buena calidad de vida a ese ser inadaptado... uno pasa por una sensación de indefensión adquirida, encontrándose que pocos profesionales entienden que se trata de una forma diferente de analizar el mundo, que cada persona durante su desarrollo asimila datos diferentes con respecto a su neurodiversidad y que en base a ello deduce qué hacer con los elementos externos.

Cómo es lógico, si la asistencia se basa en pedirle voluntad a la persona aspie, que observe más y se aprenda o imite comportamientos sin entender el por qué y para qué, sin comprender las razones ocultas de que existan dinámicas sociales, es lo mismo que pedirle a un neurotípico (persona que se comporta de forma estándar a nivel social) que razone apegado a la realidad, en algún área que implique memorizar y hacer uso de su base intelectual de datos, sin matizarla por la emoción o su estatus social.

Si el conocimiento nos permite calibrarnos con lo exterior, una forma que tenemos los ermitaños de entender que no somos únicos sino que hay otras personas como nosotros es a través de la lectura y percibir también que los otros no son tan raros, sólo tienen conocimientos distintos que no compartimos o que no son de nuestro interés... Entonces es el conocimiento de ese lado oculto de la sociabilización lo que nos puede ayudar a entender el mundo completamente.

Jejeje haciendo honor a realizar cuestiones inusuales. Con mi forma particular de comprender el mundo he provocado diferentes reacciones al compartir por escrito mis reflexiones, una de ellas y la que me motiva a hacer este blog, para condensarlas en una especie de biblioteca, es que he podido constatar que mi curiosidad derivada en analizar lo subjetivo a llegado a ser para otros un puente que conecta a los aspies con los neurotípicos. 

Recordándoles a mis lectores que sólo es mi punto de vista... lo que vean es el resultado de buscar patrones en mi base de datos, o de notar que hay algo que no corresponde a ellos y que puedo entender a través de leer, analizar y escribir más allá de lo que en ese momento conocía.