domingo, 13 de octubre de 2013

De la demencia hasta el concepto de Síndrome de Asperger, cronología básica

Hasta principios del siglo XX las personas dentro de lo que ahora se le denomina Coeficiente del Espectro Autista se les denominaba simplemente dementes en la categoría de Enfermos Mentales.

En 1912 el psiquiatra Eugene Breuler se dio a la tarea de ordenar clasificaciones para poder precisar los diagnósticos y así fue el primero que acuño palabras para ser incorporadas al vocabulario médico como: esquizofrenia, ambivalencia y autismo. 

Ello sirvió para establecer de forma clásica dos definiciones en cuanto a trastornos mentales:

"NeurosisAfectan en mayor grado a la percepción del sujeto sobre sí mismo, y a su nivel de agrado, de plenitud y de integración del yo, así como a sus relaciones con el entorno social y familiar más cercano; sin embargo, no presentan los síntomas usuales de desconexión con la realidad y amplio alejamiento de la vida social, pueden desempeñarse laboral y académicamente.

Psicosis: Abarcan la manifestación más claramente asociada a la enfermedad mental, sus síntomas clásicos incluyen alucinaciones, delirios y grave alteración afectiva y relacional, estos trastornos suelen tener un factor orgánico bastante pronunciado como los Trastornos Depresivos y Bipolares, aunque las esquizofrenias son claramente las de mayor repercusión personal, social y familiar dado su carácter crónico y degenerativo caracterizado por los elementos propios de todos los trastornos psicóticos a los cuales se añaden la desconexión con la realidad y el aplanamiento afectivo."

Si bien el concepto de Breuler era que el autismo formaba parte de los síntomas de la esquizofrenia, definiéndolo como una “función compuesta alterada de la relación con la realidad”. Lo que estableció como esquizofrenia sin estados psicóticos fue:

“No hay alteración primaria de la percepción, orientación, memoria, sensaciones, conciencia, motilidad. Estas funciones simples están intactas y si parecen perturbadas es por la alteración de los procesos afectivos y de asociación. Son estas últimas las funciones simples alteradas.
No hay una pérdida de la realidad generalizada, sino sólo en  algunas cuestiones que amenazan contradecir los complejos.
Otras funciones compuestas alteradas son la atención, la voluntad, la actividad y el comportamiento. No está alterada la inteligencia; la «demencia» esquizofrénica es producto del deterioro de las otras funciones.
Del autismo parten muchos de los síntomas accesorios: alucinaciones, ideas delirantes, perturbaciones accesorias de la memoria, despersonalización, alteraciones del lenguaje y la escritura, algunos síndromes agudos como los estados crepusculares u oníricos y los síntomas catatónicos (estupor, mutismo, estereotipia, amaneramiento, catalepsia, hiperquinesia, negativismo, obediencia automática —ecolalia, ecopraxia—, automatismos espontáneos, impulsividad.
Otros síntomas accesorios son los somáticos: alteraciones encefálicas, endocrinas, cardiovasculares, hematológicas, glandulares, exocrinas, metabólicas, respiratorias, neurológicas, sensoriales, etc.”

Descripción que concuerda en algunos aspectos con algunas manifestaciones del autismo, dentro de la clasificación actual, por lo cual en ocasiones a éste se le diagnostica como esquizofrenia.

En 1943 el psiquiatra Leo Kanner realiza la primera descripción sobre el autismo que dio la idea de personas con nulo o poco lenguaje verbal, bajo coeficiente intelectual o posible retraso (dado que no aprobaban los exámenes de CI), comportamiento autoestimulatorio y extraños movimientos, considerándolo como “un síndrome conductual que se manifiesta por una alteración del lenguaje, de las relaciones sociales y los procesos cognitivos en las primeras etapas de la vida”. Quedando esta primer definición en el imaginario colectivo. En la actualidad se considera que se refiere a autistas de alto o bajo rendimiento, con algún grado de incapacidad para conectarse con el mundo y las personas:

“Iba de un lado a otro sonriendo, haciendo movimientos estereotipados con los dedos, cruzándolos en el aire. Movía la cabeza de un lado a otro mientras susurraba o repetía el mismo soniquete de tres tonos. Hacia girar con enorme placer cualquier cosa que se prestara hacerse girar…
Cuando lo metían en una habitación, ignoraba completamente a las personas y al instante se iba por los objetos, sobre todo aquellos objetos que se podían hacer girar… empujaba muy enfadado la mano que se interponía en su camino o el pie que pisaba uno de sus bloques…”


Comportamientos excesivos
Agresividad
Daños a si mismo, agresión hacia otros y a cosas, "pataletas" y "berrinches"
Auto Estimulación
Cuerpo, objetos, obsesiones, rituales
Incumplimiento
Constante, intermitente, pasivo
Hiperactividad
Incansable, sin freno, etc.
Aislamiento
Severo, Frecuente, Algunas veces.
Comportamientos deficientes
Comunicación
Mudo, ecolálico, incomprensible
Social
Rechazo, tolerante, torpe
Juego
Auto estímulo, jugador repetitivo, campo de interés 
Visualización
No mira a los ojos, mira a través, errático
.
Auditivo
No responde, hipersensitivo, selectivo.

Comportamientos como "pataletas", agresión y desobediencia, se identifican como trastornos. Otros comportamientos son de carácter pasivo por naturaleza, tales como: falta de atención, no participación, aislamiento, estos trastornos interfieren en el desarrollo del niño. Cualquier comportamiento que se interponga en el proceso de aprendizaje, debe considerarse como una alteración


En 1944 el pediatra Hans Asperger describe niños con ciertas similitudes a las observadas con Kanner pero no tan marcadas, todos con capacidad de habla, desarrollo del lenguaje incluso superior a lo esperado en su grupo de edad, inteligencia normal o superior, capacidad para estar en grupos sociales pero mostrar una conducta atípica, desafiante o extraña. Apareciendo las conductas que indican el trastorno cuando las habilidades de contacto social comienzan a desempeñar un papel fundamental en la vida de las personas. Por lo cual lo denomino Psicopatía autista puesto que las personas en el afán de realizar lo que tienen en mente pueden ignorar las necesidades de las otras personas.

Diferenciándose del concepto del autismo de Kanner principalmente por ser menos visibles sus manifestaciones, por la habilidad para comunicarse y por su capacidad de respuesta que permite someterse a un examen de CI. Las evidencias disruptivas se presentan cuando su capacidad es superada por una demanda social. Siendo confuso poder realizar un diagnóstico porque aparentemente nada indica que tengan imposibilidad para la realización de tareas sociales. Por lo cual suele confundirse en un diagnóstico "a ojo" con patologías como las psicosis dadas manifestaciones abruptas en cambios de carácter ante la frustración o la ansiedad. O con la psicopatía por tener algunos rasgos en común pero diferenciándose de ésta porque la persona dentro del espectro autista tiene escrúpulos y siente culpa, intenta compensar un daño cuando encuentra lógico hacerlo.

Se establece dentro de la clínica que una persona con Síndrome de Asperger puede llegar a desarrollar una psicosis como una comorbilidad, pero que no puede llegar a ser un psicópata al ser polos opuestos como expuso el Dr. Simón Baron Cohen en 2011 dentro de su libro “La ciencia del mal”.

Con el fin de aclarar las diferencias entre esas dos entidades y el Síndrome de Asperger se incluyen las características de las mismas:

"Psicosis: En las psicosis la perturbación es de tal magnitud que la apreciación de la realidad es defectuosa y particular.
La psicosis es una enfermedad que conduce a que el inconsciente se torne consciente y tome posesión del control sobre el individuo.
El individuo es peligroso para sí mismo, la sociedad o los demás (juicio desviado).
Se afecta toda la personalidad, el sujeto se encuentra desorganizado, desintegrado, falto de armonía, le falta discernimiento para darse cuenta que está enfermo psiquiátricamente y se alteran casi todas sus funciones psíquicas. Se presentan síntomas inadecuados, pero específicos, duraderos, crecientes y progresivos.
Todos los síntomas anormales como alucinaciones, delirios, etc., son vividos como una realidad y se manifiestan en su comportamiento conductual."

"Psicopatía: Los psicópatas no pueden empatizar ni sentir remordimiento, por eso interactúan con las demás personas como si fuesen cualquier otro objeto, las utilizan para conseguir sus objetivos: la satisfacción de sus propios intereses. No necesariamente tienen que causar algún mal.
La falta de remordimientos radica en la cosificación que hace el psicópata del otro, es decir el quitarle al otro los atributos de persona para valorarlo como cosa es uno de los pilares de la estructura psicopática.
Los psicópatas tienden a crear códigos propios de comportamiento, por lo cual sólo sienten culpa al infringir sus propios reglamentos y no los códigos comunes. Sin embargo, estas personas sí tienen conocimientos de los usos sociales, por lo que su comportamiento es adaptativo y pasa inadvertido para la mayoría de las personas.
Además, los psicópatas tienen como característica el tener necesidades especiales y formas atípicas de satisfacerlas, que en general implican cierta ritualización. El acto psicopático hacia el otro se configura mediante la necesidad del psicópata y su código propio, que desde su punto de vista lo exime del displacer interno.
El problema de las necesidades de los psicópatas es que al no ser compartidas por el grupo, no pueden ser comprendidas ni generar empatía, por situarse fuera de las leyes de la costumbre y del bien común, aunque estas necesidades son sentidas con fuerza e impelen a la acción del psicópata.
Además los psicópatas tienen un marcado egocentrismo, una característica que pueden tener personas sanas pero que es intrínseca a este desorden. Esto implica que el psicópata trabaja siempre para sí mismo por lo que cuando da, es que está manipulando o esperando recuperar esa inversión en el futuro.
Otra nota común es la sobrevaloración de su persona, lo que los lleva a una cierta megalomanía y a una hipervaloración de su capacidad de conseguir ciertas cosas y la empatía utilitaria, que consiste en una habilidad para captar la necesidad del otro y utilizar esta información para su propio beneficio, lo que constituye una mirada en el interior del otro para saber sus debilidades y obrar sobre ellas para manipular."

En 1979 las psiquiatras Lorna Wing y Judith Gould usaron el concepto de espectro autista. Con base en sus estudios definen al autismo como un continuo más que "como una categoría diagnóstica, como un conjunto de síntomas que se puede asociar a distintos trastornos y niveles intelectuales. Los rasgos del espectro autista no se producen sólo en personas con trastorno profundo del desarrollo, sino en otras cuyo desarrollo está afectado por diferentes causas... Las alteraciones sintomáticas del espectro autista son las que definen esencialmente las estrategias de tratamiento, más que las etiquetas psiquiátricas, neurobiológicas y psicológicas con que se definen los cuadros".

Lorna Wing desarrolló los conceptos que son utilizados como base para el diagnóstico: Trastorno de la reciprocidad social, trastorno de la comunicación verbal y no verbal, ausencia de capacidad simbólica y conducta imaginativa, patrones de actividad e intereses.

En 1981 Lorna Wing da a conocer las investigaciones de Hans Asperger e introduce el término Síndrome de Asperger en su publicación titulada "Asperger´s Syndrome: a Clinical Accout"


Referencias (Nota: los párrafos entre comillas indican que fueron tomados completamente desde la fuente):

Breuler: un pionero. Liliana Elstein http://www.intercanvis.es/pdf/07/07-05.pdf